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[#758] - Derecho a informacion

  • Hola muy buenas. En Terrassa hay un centro de radiodiagnostico llamado CDIT a donde el médico me dirigió para hacerme una radiografia panoramica dental. Por teléfono pregunte por la dosis de radiacion y me contestaron que eso no se puede saber. Le insistí y me colgaron. Hice la consulta mediante su página web y ni se han molestado en contestarme. Yo no me quiero hacer la prueba si no me dan una información orientativa al respecto. Es cierto que no saben la radiación que emite? Tienen derecho a no querer decíemelo. Gracias por antemano. Soy una persona muy hipocondriaca y soy incapaz de hacerme la prueba sin saberlo.
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    EXPERTO SEPR - [#704] 14/03/21
    Estimada señora:
    Según artículo 3, punto 10, del Real Decreto 601/2019, de 18 de octubre, sobre justificación y optimización del uso de las radiaciones ionizantes para la protección radiológica de las personas con ocasión de exposiciones médicas, “Toda persona sometida a exposición médica o, en su caso, su representante legal, siempre que sea viable y antes de que se produzca la exposición, deberá recibir la información adecuada sobre los beneficios y riesgos asociados con la dosis de radiación debida a la exposición”. Por lo tanto, tiene derecho a conocer esos datos y el centro médico debe tener evaluada la dosis de sus exploraciones.
    En su caso, en un estudio panorámico (ortopantomografía) la dosis efectiva estaría entre 4 y 30 microGy y el riesgo de cáncer fatal entre 0,2 y 2 por cada millón. En un TC dental (scanner), la dosis efectiva estaría entre 0.3 y 1.2 mSv y el riesgo de cáncer fatal entre 18 y 88 por cada millón. Un estudio dental intraoral equivaldría a una dosis efectiva de 0,005 mSv, comparable con la radiación natural de fondo durante un día.
    Estas dosis son realmente bajas y el riesgo asociado es insignificante (http://www.radiologyinfo.org/sp/info.cfm?pg=safety-xray).
    El primer principio del Sistema de Protección Radiológica es la justificación basándose en la relación riesgo-beneficio, lo que quiere decir que el beneficio para usted de la realización de esas pruebas, ha de superar el potencial riesgo al que se expone con las mismas; así pues, sus médicos consideraran que estos exámenes están justificados para poder diagnosticar mejor su problema y necesitarán la información de esas exploraciones para poder planificar adecuadamente su diagnóstico y posterior tratamiento o intervención.
    Desde hace muchos años se están controlando las dosis que reciben los pacientes en el ámbito médico y la protección radiológica en los centros sanitarios está regulada por diferentes reales decretos de obligado cumplimiento desde antes de 1990. Los profesionales que se dedican a estos temas están bien formados y siempre buscan impartir la mínima dosis posible compatible con la obtención de imágenes de calidad adecuada para poder hacer un diagnóstico correcto, especialmente en el caso de los niños. Además, los especialistas médicos están obligados a realizar cursos de protección radiológica y de justificación de las exploraciones médicas con radiaciones ionizantes desde antes del año 2008.
    Todos los equipos de RX, incluidos los TC dentales y panorámicos dentales, están sometidos a controles de calidad anuales por parte de especialistas en Radiofísica Hospitalaria y/o expertos en Protección Radiológica. Una de las pruebas que se realiza es la verificación de que el campo de radiación se ajusta adecuadamente al sistema de registro y/o al campo luminoso definido por el técnico que maneja el equipo. El objetivo de esta prueba es verificar que no se irradien directamente órganos del paciente de los que el radiólogo/odontólogo no necesita información. Ya que el objetivo de la radiología dental es obtener imágenes de la zona mandibular, los equipos dentales se ajustan para no irradiar directamente los órganos cercanos como la glándula tiroides.
    En general, el riesgo de efectos radioinducidos por exámenes de radiodiagnóstico, como es su caso, es muy bajo, y el beneficio de un buen diagnóstico supera en gran medida ese riesgo. La magnitud que usamos para estimar el riesgo radiológico es la dosis efectiva (mili Sievert: mSv), que se refiere al riesgo de efectos radioinducidos promediado en todo el cuerpo, y en general para evaluarla en las exposiciones médicas se suele comparar con la dosis que recibimos por el fondo radiactivo natural al que estamos expuestas todas las personas. Como ejemplo, la dosis efectiva en su exploración de TC de abdomen será aproximadamente 10 mSv. La de un TC de tórax está entre 4 y 6 mSv. La de un TC de cabeza está entre 2 y 4 mSv.
    La dosis efectiva de las exploraciones simples es mucho más baja, hasta un factor 100 veces inferior a las de un TC. Por ejemplo, las dosis efectivas de las exploraciones de columna, abdomen o las telerradiografías están entre 0,3 y 1 mSv. La dosis efectiva de una placa de tórax simple es de 0,02 mSv.
    Las dosis que reciben los órganos y tejidos los evaluamos a través de la dosis equivalente para valorar los posibles efectos tisulares. También los medimos en mSv.
    En su caso, las dosis en radiología dental son muy bajas y además no se irradian directamente órganos especialmente radiosensibles. Las salivales y la glándula tiroides se encuentran entre los órganos en situación de riesgo. Las salivares están a menudo dentro del haz primario, mientras que la dosis que recibe la tiroides se debe principalmente a la radiación dispersa. Hay que decir en este punto que la radiación dispersa es entre 100 y 1000 veces menos intensa que la radiación directa y que la dosis en la superficie de entrada para el caso del TC dental es baja.
    Hay autores que consideran que el riesgo adicional de cáncer por recibir 40 mSv en varios TC abdominales es, en el transcurso de la vida de un adulto, del orden de 1 por 500 (National Radiological Protection Board. Protection of the Patient in X-ray Computed Tomography (ISBN 0 85951 345 8) London: HMSO. 1992). Pese a todo, esto representa un incremento pequeño del riesgo comparado con el elevadísimo riesgo general de padecer un cáncer (casi 1 por 3) (Comisión Europea. Guía de indicaciones para la correcta solicitud de pruebas de diagnóstico por imagen. Colección Protección Radiológica nº 118. 2001). Otro dato a tener en cuenta es que la comisión internacional de protección radiológica indica que si el feto recibe dosis inferiores a 100 mSv el riesgo de tener efectos radio-inducidos de cualquier tipo es despreciable.
    Por otro lado, la dosis equivalente que reciben los órganos o tejidos en Radiodiagnóstico general son inferiores a los umbrales de efectos tisulares por lo que no habrá efectos en los tejidos de los órganos irradiados.
    Las radiaciones no se acumulan en el cuerpo. Lo que se acumularía sería la probabilidad de poder padecer un cáncer radioinducido a lo largo de la vida… Afortunadamente, los seres vivos han desarrollado mecanismos de reparación para minimizar los daños producidos por las radiaciones ionizantes y por otros agentes que pueden causar esos mismos daños. Vivimos y evolucionamos en un planeta radiactivo… Estamos adaptados… Esto es como jugar a la lotería: cuantas más veces juegas más probabilidad tienes de que te toque a lo largo de tu vida pero la probabilidad de que te toque hoy no se ve incrementada por haber jugado ayer.
    Eso quiere decir que la inducción de cáncer depende de cada acto de irradiación y en cada uno de ellos es probabilístico. Por ejemplo, hace cuatro años, en un TC, recibimos una dosis de radiación y hubo una probabilidad (muy baja) de que una célula de nuestro cuerpo tuviera una mutación que no se reparará adecuadamente y que podría dar lugar a un cáncer en el futuro. La probabilidad dependerá de la dosis recibida, de la sensibilidad de los órganos irradiados, de nuestros sistemas de reparación, etc... Es decir, después del TC, o no tenemos ningún problema o ya tenemos una célula mutada y posiblemente aparecerá un cáncer dentro de unos años....
    Si hoy nos hacen un TC, las células de nuestro cuerpo vuelven a tener otra vez una probabilidad de mutación, no reparación adecuada y posible inducción de cáncer que no se va a ver afectada por lo que pasó hace 4 años. Digamos que no hay efecto memoria. Los dos actos son independientes y la probabilidad de inducción de cáncer del acto de hoy no está influenciada por el acto de hace 4 años. Cada célula de nuestro cuerpo realiza 10000 reparaciones diarias y que 100 mSv (equivalente a unos 10 TC de abdomen) producirían 14 anomalías más. Vivimos en un planeta radiactivo y estamos adaptados, nuestros mecanismos de reparación hacen que podamos vivir sin problemas entre 2 y 200 mSv al año.
    El cáncer puede aparecer por multitud de factores físicos, químicos, biológicos, etc., las radiaciones ionizantes es un factor más, pero con bajas dosis la probabilidad es muy baja.
    Por todo ello, esto NO debería suponer un motivo de angustia para usted ya que sus exploraciones estarán justificadas, se realizarán adecuadamente y los riesgos radiológicos a los que estará sometido son bajos. La probabilidad estadística que tiene de sufrir un cáncer por la radiación recibida es muy baja.
    El beneficio de su realización siempre es mayor que los posibles riesgos. No hacerse una exploración radiológica necesaria puede ser un gran riesgo para la salud ya que sus médicos necesitan esa información para planificar su tratamiento, operación, recuperación o curación.

    Notas:
    1. El fondo medio mundial es de 2,4 mili Sievert /año. Los seres humanos estamos sometidos a niveles de radiación entre 1,5 mili Sievert/año y 200 mili Sievert/año en función de la zona de la tierra donde vivamos. En las zonas de más dosis anual, la mortalidad y la esperanza de vida son normales y las pruebas citogénicas no muestran diferencias significativas.
    2. El riesgo de cáncer de 1 por 500 significa que es probable que entre 500 personas que hayan recibido 40 mSv, en varias exploraciones, 1 de ellas podrá desarrollar un cáncer por esa causa. Esto es, un 0,2 %. Este valor coincide con la previsión de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (Recomendaciones ICRP 103 del año 2007) para la población general en que estima un riesgo de cáncer del 5,9 % por 1.000 mSv recibidos (es decir, 0,2 % para 40 mSv). Respecto a la incidencia natural del cáncer de 1 sobre 3, es que aparecerá un cáncer por cada 3 personas. Es decir, que existe un riesgo del 33,3 % para desarrollar un cáncer. Por todo ello, si comparamos ambos riesgos, el debido a la radiación recibida por hacerse exploraciones médicas es despreciable y, probablemente, el riesgo para su salud de no hacerse esa prueba diagnóstica sería mucho mayor.
    3. Toda radiación ionizante a la que hemos estado expuestos (como son los Rayos X) conlleva un riesgo de cáncer (ICRP 60; ICRP 103). No existe el riesgo “cero” incluso con dosis bajas. La ICRP considera que incluso tras exposiciones a dosis bajas (se consideran "bajas" aquellas que son inferiores a 200 mSv) existe la probabilidad, aunque sea muy pequeña, de que tenga lugar un cáncer, considerándose que no existe una dosis umbral para su aparición. En su caso, cuando se habla de dosis inferiores a 100 mSv, se habla de riesgo despreciable.
    Para más información le sugerimos que lea:
    https://desayunoconfotones.org/2019/12/09/riesgos-derivados-del-uso-de-las-radiaciones-ionizantes-que-deben-saber-los-pacientes/
    https://desayunoconfotones.org/2014/09/08/el-miedo-a-las-radiaciones-ionizantes-las-cosas-no-son-como-son-sino-como-la-gente-cree-que-son/
    Un saludo.

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