Voy a adquirir una vivienda, y actualmente nos han informado de la necesidad de instalar un centro de transformación.
El arquitecto del proyecto, nos ha comentado que lo instalará en un cuarto que hay cerca de la entrada al edificio, dentro de las zonas comunes (creo que anteriores el cuarto de basuras).
Nuestro inmueble es un bajo con patio, que estaría situado a una distancia de aproximadamente 8-10 metros.
Tengo un niño pequeño y me preocupa cómo este tipo de radiacciones puede afectar a la salud.
Es seguro continuar con la compra o se desaconseja.
Teniendo en cuenta la aspiración personal, cada vez más extendida entre la ciudadanía, de minimizar la exposición a los campos electromagnéticos (CEM), en España y en otros países se tiende a aplicar la política de ubicar los transformadores fuera de las edificaciones de nueva construcción. Los equipos eléctricos ubicados en los cuartos de transformadores emiten CEM débiles, de muy baja frecuencia (50 Hz) y baja intensidad. En general, mientras el componente eléctrico de esos CEM queda restringido al interior del cubículo, el componente magnético sí puede atravesar las paredes del cuarto. Pero la densidad o intensidad de ese campo magnético decae drásticamente, siguiendo una función inversa al cubo de la distancia a los elementos emisores. De forma que, a falta de datos magnetométricos reales tomados in situ, cabe suponer que a una distancia de 8 – 10 m los niveles de campo ambiental de 50 Hz en el conjunto de los espacios interiores de una vivienda no se verán afectados sensiblemente por la presencia de un cuarto de transformadores. En cualquier caso, parece justificado solicitar del arquitecto alguna información o garantía de que la instalación se realizará aplicando técnicas eficaces de minimización de las emisiones electromagnéticas.
Atentamente,
Grupo de Trabajo en Radiación No Ionizante, SEPR