Cada vez que recibimos una nueva consulta sobre esas tarjetas, hacemos una nueva búsqueda de información. Como en ocasiones anteriores y tras volver a saturarnos de la verborrea vacua y acientífica contenida en la extensa propaganda de ese producto, somos incapaces de averiguar de qué material o materiales, aparte de plástico, podrían estar hechas las tarjetas. Por lo tanto, a falta de información válida, solo podemos proponer que si usted desease dejar de hacer uso de una de esas tarjetas, podría depositarla en cualquier cajón o lugar perdido donde no estorbe. Si lo prefiere, también podría usted desechar el producto en un contenedor de basura no orgánica o, en la duda, en un contenedor para desechos tóxicos.
Atentamente,
Grupo de Trabajo en Radiación No ionizante, SEPR