Escribo por este medio porque hace unos meses instalamos placas fotovoltáicas en el tejado de nuestra vivienda, justo sobre los dormitorios donde dormimos nosotros, nuestra hija recién nacida y nuestro hijo de 2 años.
Las placas tienen un pico de producción de 2,4kW. De ellas bajan unos cables por la fachada que llevan la corriente contínua (con una intensidad pico de unos 40 amperios) hasta la habitación que se encuentra bajo el dormitorio, en la que está el inversor y las baterías de litio que almacenan parte de la energía excedente.
Recientemente nos hemos empezado a preocupar por los posibles riesgos para la salud que puedan presentar, en especial para nuestros hijos.
He visto que existen algunos estudios que sugieren que los campos magnéticos causados por las ondas de corriente alterna (de muy bajas frecuencias, ~50Hz) pueden causar un incremento de los casos de leucemia cuando superan los 0.3 micro teslas.
He conseguido realizar mediciones y parece que, cuando hay un consumo de uno 1000W en la casa, en un entorno de aproximadamente 80cm del inversor se superan ampliamente estas medidas de 0.3 micro teslas, incluyendo desde el suelo del dormitorio. A unos 10 cm del inversor se registran más de 2 micro teslas, que es lo más que llega a medir el aparato que conseguí. Parece que a partir de ese entorno de 80cm, las medidas ya se sitúan por debajo de los 0.3 micro teslas, pero ya nos ha dejado incómodos tener ese entorno del inversor donde se superan estas medidas. Especialmente porque el inversor funciona las 24 horas del día al tener baterías asociadas.
Aparte de las ondas de la corriente alterna, he visto que por otra parte, las placas fotovoltaicas en sí y los cables que bajan de ellas, al trabajar en corriente continua, generarían en principio campos magnéticos estáticos. Aunque no me queda claro que realmente sean estáticos, ya que su producción varía en cada instante en función de la incidencia solar y por tanto la intensidad de la corriente que sale de ellos. Estos campos no los puedo medir con el aparato que conseguí. Y entiendo que algo similar ocurre con las baterías, de las que sale corriente continua hacia el inversor. Veo que de estos campos "estáticos" hay menos estudios y es más difícil evaluar los riesgos que puedan representar.
Por miedo hemos decidido apagar el inversor y dejar desconectadas las placas (esto es, dejar el circuito abierto mediante la eliminación del fusible del cable que baja desde las placas al inversor). No obstante, como las placas están en el tejado recibiendo sol, entendemos que se sigue generando un campo estático en el tejado y quizá en el cable que baja por la fachada. Y estamos valorando eliminar por completo la instalación.
Me gustaría mucho conocer su perspectiva sobre este asunto, ya que no veo demasiados estudios realizados al respecto de placas fotovoltaicas en viviendas y es algo que nos preocupa, al punto de valorar eliminarlas.
Las suya es la primera consulta que recibimos sobre los campos emitidos por los inversores de equipos de generación de electricidad por sistemas fotovoltaicos. Para poder responder a sus preguntas hemos realizado mediciones de campo en condiciones reales. El 15 de abril, primer día de cielos claros en Madrid tras dos semanas de tiempo nuboso, acudimos a las instalaciones de paneles solares (Fig. 1 del documento adjunto) de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial, de la Universidad Politécnica de Madrid. Allí, durante el intervalo 11:50 – 12:10 h y con unos valores de irradiancia solar de 980 – 1020 W/m2, tomamos mediciones de campos magnéticos de 50 Hz en inversores y microinversores localizados en espacios interiores o exteriores. Las mediciones fueron realizadas con un equipo profesional específico para señal sinusoidal de 50 Hz, con sonda triaxial incorporada. En cada inversor se midió la intensidad de corriente instantánea (Amperios) y la densidad de flujo magnético (B, en µT), a distancias 0 cm y 20 cm del aparato. Los valores promedio correspondientes a los 6 modelos diferentes de inversores localizados en espacios interiores (Fig. 2 del documento adjunto) fueron los siguientes. Intensidad: 6,8 A; B a 0 cm: 5,7 µT; B a 20 cm: 0,3 µT. Los valores correspondientes al campo magnético para cada uno de los 6 inversores están representados gráficamente en la Fig. 3.
Estos datos parecen coherentes con los que usted describe en su consulta y confirman que los campos de 50 Hz emitidos por equipos como los estudiados decaen aproximadamente con el cuadrado de la distancia. En cuanto a su comentario sobre incremento de leucemia infantil en ambientes residenciales que superan los 0,3 µT, es fundamental tomar en consideración dos datos importantes. Primero, que según la evidencia epidemiológica disponible, a nivel individual el riesgo añadido de leucemia infantil es extremadamente bajo; del orden de 3 casos anuales por cada 100.000 niños expuestos crónicamente. Segundo, ese umbral B > 0,3 µT se refiere a la mencionada exposición crónica, en ambientes residenciales en los que el valor promedio de campo de 50-60 Hz, en el conjunto de las habitaciones de la vivienda y a lo largo del tiempo, supera dicho umbral. En el caso expuesto por usted, es obvio que en el conjunto de su vivienda el B promedio estará muy por debajo (alrededor de un orden de magnitud) de los 0,3 µT. Tal ambiente electromagnético residencial de frecuencia industrial se considera inocuo, por lo que no vemos razones objetivas para dejar de utilizar su sistema de generación de energía eléctrica. Si, de todas formas, usted prefiere reducir en lo posible la exposición de sus hijos durante el sueño, tal vez pueda ubicar las camas en zonas del dormitorio relativamente apartadas del inversor.
En cuanto a los campos estáticos emitidos por el sistema de energía fotovoltaica (se consideran estáticos aunque fluctúen con el nivel de irradiancia solar: f 1 ciclo/segundo), la evidencia epidemiológica disponible no proporciona indicios de nocividad por exposición residencial.
Atentamente,
Grupo de Trabajo en Radiación No Ionizante, SEPR