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Telefonía móvil y antenas

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[#1924] - Evite la exposición a la luz azul, especialmente de noche.

EXPERTO SEPR - [#1924] Viernes, 06 Octubre 2023
Entiendo que la recomendación que hacéis del uso de los teléfonos móviles respecto a la luz azul no ha habéis contrastado, ya que no existe ninguna fuente fiable, excepto los vendedores de filtros azules y ópticas, sobre la incidencia de la luz azul.

La mayor fuente de luz azul es la luz solar. La exposición a la luz azul proveniente de las pantallas es mucho menor que la cantidad de luz azul proveniente del sol a la que estamos expuestos. Además, no es más dañina que la luz azul solar.

fuente: https://www.oftalmoseo.com/la-luz-azul-de-las-pantallas-no-afecta-a-los-ojos-ni-provoca-ceguera/

En relación a la si puede afectar al sueño, reciente estudio considera que la luz amarilla puede afectar más que la azul
https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(19)31368-5?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0960982219313685%3Fshowall%3Dtrue
ALEJANDRO UBEDA MAESO EXPERTO SEPR - [#1871] Hace 4 semanas.
Puesto que así lo estableces en tu nota, no tenemos inconveniente en utilizar el tuteo ni en omitir cualquier fórmula de saludo y despedida en nuestra comunicación contigo. Ante todo, apreciamos en lo que valen tus condescendientes comentarios, que tendremos muy en cuenta en futuras versiones de nuestro documento. También apreciamos el detalle de que asumas que no contrastamos la literatura científica en la que basamos nuestras recomendaciones. Por nuestra parte, nos resistimos a asumir que la tuya sea la actitud esperable en alguien que se dirige a este Grupo de Trabajo en calidad de asesor de una reputada mutua sanitaria. Para empezar, no parece que hayas tenido la perspicacia necesaria para entender que el documento al que te refieres está dirigido principalmente a escolares de corta edad, lo cual limita necesariamente la extensión y la escrupulosidad científica de los mensajes, y da preponderancia al significado transmitido por las imágenes. Si observas con atención, verás que la imagen en cuestión representa un menor en la cama, en una habitación sin luz, mirando durante la noche los contenidos de su teléfono móvil. Por su alta frecuencia, la luz azul es notablemente más energética que otras dentro del espectro visible, y aunque los datos disponibles sobre daño ocular en humanos con implantes intraoculares, dotados o no de filtros, son heterogéneos y no concluyentes, diversos estudios experimentales con distintas longitudes de onda han proporcionado resultados indicativos de posibles efectos adversos de la luz azul-violeta. La literatura en este tema es amplia y diversa y, sí, la hemos revisado. Y a la espera de conclusiones definitivas y de un consenso generalizado al respecto, la prevención nos ha parecido una actitud aconsejable cuando se trata de menores. Por eso el texto de la novena recomendación de nuestro póster dice que la luz azul “Puede causar daños en la retina y alterar el sueño”. Dice “Puede…”, no dice “Causa…” Pero para nuestros objetivos, que la luz sea azul o de otra longitud de onda visible podría no ser relevante (aunque para la American Academy of Ophthalmology sí que es relevante), porque lo que se quiere evitar son los efectos claramente nocivos de la exposición nocturna a la luz visible. Así que la recomendación incluida en nuestro póster no pretende prevenir contra la luz emitida por los monitores de los teléfonos, sino contra la exposición nocturna de los menores a esa luz. Aunque hemos tenido ocasión de comprobar que el mensaje está suficientemente claro, al menos para los menores, tus comentarios nos animan a plantearnos la conveniencia de introducir enmiendas en el texto en cuestión. Eso tal vez contribuya a facilitar la comprensión de ese mensaje que no pareces haber captado, porque de haberlo hecho te habrías ahorrado, y nos habrías ahorrado a nosotros, ese inspiradísimo párrafo comparando la luz solar con la emitida por los monitores de los móviles.

Y hablando de contrastar la evidencia científica, nos envías un enlace a un artículo titulado “Cones Support Alignment to an Inconsistent World by Suppressing Mouse Circadian Responses to the Blue Colors Associated with Twilight”, de cuya lectura concluyes lo siguiente: “En relación a la si puede afectar al sueño, reciente estudio considera que la luz amarilla puede afectar más que la azul.” ¿En humanos? ¿Tú crees? Si has leído el artículo habrás caído en el nada trivial detalle de que se trata de un solo trabajo experimental y que está realizado con ratones que tenían alterada la sensibilidad espectral de cono (Opn1mwR). Los ratones son roedores crepusculares, cuya respuesta a la luz y cuyo ciclo circadiano de vigilia-sueño son totalmente distintos de los propios de los humanos, que somos primates diurnos. Por favor lee el abstract o resumen con que se inicia el artículo, cuya primera frase dice: “En los seres humanos, la luz de longitud de onda corta (azul-violeta) evoca respuestas circadianas más intensas que las longitudes de onda más largas (amarillo-rojo)”, y proporciona las referencias de tres artículos que apoyan tal afirmación.

Grupo de Trabajo en Radiación No Ionizante, SEPR

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