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[#1042] - Que causa el yodo 131

- [#1042] Hace 1 semana.
Buenas noches quisiera saber que causa el yodo 131 a las personas que están a mi al rededor y a niños. Lleve este tratamiento me indicaron que me aisle 3 días pero quiero saber que problemas de salud le da las personas de mi entorno.
Y si el tratamiento causa resfrio o gripe?
EXPERTO SEPR EXPERTO SEPR - [#991] Hace 6 días.
Estimada señora:
En primer lugar, seguramente este tratamiento está muy justificado para controlar su enfermedad. El beneficio que usted va a tener es muy superior al riesgo de no realizarlo.
En segundo lugar, nosotros somos especialistas en protección radiológica, no somos especialistas en medicina nuclear y por ello no podemos responder adecuadamente a sus preguntas sobre las alteraciones y/o problemas médicos que puede causar el tratamiento como gripe. Debe hablar con su médico nuclear sobre estos efectos adversos que está teniendo.
El yodo 131 (131I) es el isótopo radiactivo utilizado principalmente en el tratamiento de pacientes con enfermedades de tiroides (benignas como el hipertiroidismo o malignas como el cáncer diferenciado de tiroides, CDT). La administración se realiza en forma de NaI por vía oral, en forma de cápsulas o forma líquida, o bien vía endovenosa. El 131I se absorbe en el tracto gastrointestinal, pasa al torrente sanguíneo y es parcialmente atrapado y organificado en el tejido tiroideo funcional, eliminándose el resto con las excretas, sudor, saliva, etc., siendo la orina la vía fundamental de eliminación (entre el 70 y el 90 % de la actividad administrada se elimina por orina en las 48 primeras horas en el caso del CDT; en el caso del hipertiroidismo esos porcentajes estarían entre el 30 y el 50%). Además, hay que tener en cuenta que el 131I tiene un semiperiodo físico de 8 días, es decir, cada 8 días se reduce su actividad a la mitad debido a su proceso de desintegración radiactiva. De modo que al cabo de varias semanas apenas queda 131I en el organismo.
Los procedimientos terapéuticos en los que se utiliza 131I pueden producir una exposición significativa de otras personas, sobre todo aquellos involucrados en el cuidado y apoyo de los pacientes. De ahí que las personas que cuiden a tales pacientes en el hospital o en el hogar requieran una consideración particular.
Como consecuencia de estas características y de que la actividad suministrada al paciente es menor que en el CDT, los tratamientos de hipertiroidismo se suelen realizar de forma ambulatoria, mientras que en el caso del CDT el paciente es normalmente ingresado en habitaciones especiales blindadas frente a la radiación, hasta que la tasa de dosis de radiación que emite no suponga un riesgo significativo para las personas de su entorno (cuidadores, familiares, compañeros de trabajo y público en general).
A partir de 21 mCi, el paciente debe ser ingresado y controlado desde el punto de vista de la protección radiológica para darle instrucciones y restricciones que debe llevar a su salida del hospital en función de su tasa de dosis o de la actividad residual que tenga.

El 131I emite radiación beta y gamma. Su efecto terapéutico se debe a la radiación beta (con un alcance en tejido biológico del orden de mm; la radiación beta, salvo en el caso de contaminación radiactiva por personas próximas al paciente, solo afectará al propio paciente), mientras que la radiación gamma emitida, de energía relativamente elevada, hace que sea necesario tomar medidas de protección radiológica en torno al paciente tratado.

Por orden de importancia se dan los siguientes tipos de exposición: por una parte, el paciente es una fuente radiactiva en sí mismo de exposición externa, por otra parte, existe riesgo de contaminación radiactiva a través de las secreciones en orina, saliva, sudor, etc., indicando las investigaciones hasta la fecha que las dosis asociadas a la posible contaminación interna son menores del 10% de las dosis asociadas a la exposición externa producida por el paciente. También puede existir riesgo por la vía de inhalación del yodo volatilizado en el aire, o un riesgo de exposición a través de los vertidos por vía medioambiental, aunque ambos riesgos se pueden considerar despreciables según la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP).

Para reducir la exposición a la radiación se pueden aplicar las conocidas reglas de distancia, tiempo y blindaje. Para evitar la contaminación radiactiva, hay que aplicar las mismas normas que para la contaminación biológica, evitando entrar en contacto directo con la sustancia radiactiva.

La ICRP en su publicación 94 no recomienda explícitamente que el paciente deba ser sistemáticamente hospitalizado tras la administración de actividades elevadas de radiofármacos, sino únicamente que se cumplan los límites de dosis de público y las restricciones de dosis para el resto de personas implicadas. Según esta publicación el aislamiento del paciente disminuye las dosis a público y familiares, pero aumentan las dosis del personal expuesto del hospital. Añade, además, que deben tenerse en cuenta los costes sociológicos y de otros tipos que la hospitalización puede tener para el paciente. En relación con la hospitalización, la publicación 103 de ICRP indica que la decisión de hospitalizar o dar el alta a pacientes después de terapia con 131I debería hacerse sobre una base individual que considere distintos factores, incluyendo la actividad remanente en el paciente, los deseos de éste, consideraciones familiares (particularmente la presencia de niños y embarazadas), factores medioambientales y las regulaciones existentes.

Con el fin de garantizar el cumplimiento de los límites y de las restricciones de dosis, es posible que el paciente tenga que modificar sus hábitos de vida durante un periodo de tiempo tras la salida del hospital (contacto interpersonal en el ámbito familiar y laboral, asistencia a espectáculos públicos, viajes etc.). La duración de este periodo dependerá de características específicas del paciente: tasa de dosis en el momento del alta, así como de sus condiciones personales: situación familiar y sociolaboral, edad, presencia de niños o embarazadas en su entorno etc. Todas estas circunstancias deberán ser conocidas a la hora de dar el alta radiológica, la cual se acompañará de un documento de instrucciones a seguir durante el periodo de tiempo que corresponda en cada caso.

El alta de estos pacientes siempre se hace cuando la tasa de dosis a 1 metros es inferior a 40 micro Sievert/hora.
El límite de público está en 1000 micro Sievert/año y el de cuidadores se suele poner en 3000 micro Sievert/tratamiento (15000 micro Sievert/tratamiento si el cuidador es mayor de 60 años).
Estas dosis son pequeñas (del orden del fondo radiactivo anual) y el riesgo es muy bajo. Cumpliendo las instrucciones que le han dado, las personas de su alrededor y los niños NO deberían tener ningún problema de salud debido a la posible radiación que reciban por estar en contacto con usted.

Para más información, el Foro de protección radiológica en el medio sanitario, formado por el Consejo de Seguridad Nuclear, y las Sociedades Españolas de Protección Radiológica y de Física Médica público un documento en relación con este tema que podrá encontrar en:
https://www.csn.es/documents/10182/1006281/Criterios%20de%20alta%20de%20pacientes%20y%20medidas%20para%20la%20protecci%C3%B3n%20radiol%C3%B3gica%20del%20p%C3%BAblico%20-despu%C3%A9s%20de%20tratamientos%20metab%C3%B3licos%20con%20Yodo-131

Un saludo y esperamos que se recupere pronto y su enfermedad sea controlada con este tratamiento.

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