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[#2618] - Me debo realizar la terapia de radioyodo de 25 mci

EXPERTO SEPR - [#2618] Jueves, 09 Enero 2025
Hola buenas tardes el 16 de enero debo realizarme la terapia de radioyodo y quisiera saber si en verdad es necesaria, tengo un niño de 3 años y 6 meses
No me dieron incapacidad para el trabajo y estoy con niños de 9 años a 13
Anexo mis análisis
PEDRO RUIZ MANZANO EXPERTO SEPR - [#2603] Lunes, 20 Enero 2025
Estimada señora:
En primer lugar, seguramente este tratamiento está muy justificado para controlar su enfermedad. El beneficio que usted va a tener es muy superior al riesgo de no realizarlo, pero esto debe valorarlo el medico nuclear y el endocrino.
El yodo 131 (131I) es el isótopo radiactivo utilizado principalmente en el tratamiento de pacientes con enfermedades de tiroides (benignas como el hipertiroidismo o malignas como el cáncer diferenciado de tiroides, CDT). La administración se realiza en forma de NaI por vía oral, en forma de cápsulas o forma líquida, o bien vía endovenosa. El 131I se absorbe en el tracto gastrointestinal, pasa al torrente sanguíneo y es parcialmente atrapado y organificado en el tejido tiroideo funcional, eliminándose el resto con las excretas, sudor, saliva, etc., siendo la orina la vía fundamental de eliminación (entre el 70 y el 90 % de la actividad administrada se elimina por orina en las 48 primeras horas en el caso del CDT; en el caso del hipertiroidismo esos porcentajes estarían entre el 30 y el 50%). Además, hay que tener en cuenta que el 131I tiene un semiperiodo físico de 8 días, es decir, cada 8 días se reduce su actividad a la mitad debido a su proceso de desintegración radiactiva. De modo que al cabo de varias semanas apenas queda 131I en el organismo.
Los procedimientos terapéuticos en los que se utiliza 131I pueden producir una exposición significativa de otras personas, sobre todo aquellos involucrados en el cuidado y apoyo de los pacientes. De ahí que las personas que cuiden a tales pacientes en el hospital o en el hogar requieran una consideración particular.
A partir de 21 mCi, el paciente debe ser ingresado y controlado desde el punto de vista de la protección radiológica para darle instrucciones y restricciones que debe llevar a su salida del hospital en función de su tasa de dosis o de la actividad residual que tenga.

El 131I emite radiación beta y gamma. Su efecto terapéutico se debe a la radiación beta (con un alcance en tejido biológico del orden de mm; la radiación beta, salvo en el caso de contaminación radiactiva por personas próximas al paciente, solo afectará al propio paciente), mientras que la radiación gamma emitida, de energía relativamente elevada, hace que sea necesario tomar medidas de protección radiológica en torno al paciente tratado.

Por orden de importancia se dan los siguientes tipos de exposición: por una parte, el paciente es una fuente radiactiva en sí mismo de exposición externa, por otra parte existe riesgo de contaminación radiactiva a través de las secreciones en orina, saliva, sudor, etc., indicando las investigaciones hasta la fecha que las dosis asociadas a la posible contaminación interna son menores del 10% de las dosis asociadas a la exposición externa producida por el paciente. También puede existir riesgo por la vía de inhalación del yodo volatilizado en el aire, o un riesgo de exposición a través de los vertidos por vía medioambiental, aunque ambos riesgos se pueden considerar despreciables según la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP).

Para reducir la exposición a la radiación se pueden aplicar las conocidas reglas de distancia, tiempo y blindaje. Para evitar la contaminación radiactiva, hay que aplicar las mismas normas que para la contaminación biológica, evitando entrar en contacto directo con la sustancia radiactiva.

Con el fin de garantizar el cumplimiento de los límites y de las restricciones de dosis, es posible que el paciente tenga que modificar sus hábitos de vida durante un periodo de tiempo tras la salida del hospital (contacto interpersonal en el ámbito familiar y laboral, asistencia a espectáculos públicos, viajes etc.). La duración de este periodo dependerá de características específicas del paciente: tasa de dosis en el momento del alta, así como de sus condiciones personales: situación familiar y sociolaboral, edad, presencia de niños o embarazadas en su entorno etc. Todas estas circunstancias deberán ser conocidas a la hora de dar el alta radiológica, la cual se acompañará de un documento de instrucciones a seguir durante el periodo de tiempo que corresponda en cada caso.

En su caso, deberían haberle dado unas instrucciones donde se indiquen las restricciones que debe llevar durante los días posteriores al alta del hospital.

Como usted elimina el I-131 por orina (mayoritariamente), saliva y sudor, observando las reglas normales de higiene y distancia durante el tiempo que le indiquen sus médicos nucleares.

En todo caso, sus médicos nucleares deberían aclararle las instrucciones que debe seguir en función del tipo de tratamiento, de la actividad suministrada y de la tasa de dosis a la salida del hospital.

Un saludo y esperamos que se recupere pronto y su enfermedad sea controlada con este tratamiento.

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