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[#555] - mandil plomado

  • 30/09/20
    Buenos días, mi consulta va relacionada con el campo de la odontología. Quisiera saber si es o no obligatorio para la realización de ortopantomografías y radiografías laterales de cráneo, un mandil de plomo de adulto y otro de niños por si se da el caso de que en el momento de hacer una radiografía de este tipo el adulto quiere o tiene la necesidad de pasar con el menor para realizar dicha prueba. Muchas gracias.
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    EXPERTO SEPR - [#519] 06/10/20
    Estimado Señor:

    Desde el punto de vista del paciente:

    Partiremos de las recomendaciones de IAEA (https://rpop.iaea.org/RPOP/RPoP/Content-es/index.htm ):
    Si los procedimientos están bien diseñados y optimizados no hay necesidad del uso rutinario de delantales de plomo para el paciente en radiología dental. Los delantales de plomo pueden proporcionar una cierta protección en el caso de ciertos exámenes (vértice oclusal) y puede ser prudente su uso con una paciente embarazada. Por otro lado, el uso de un delantal de plomo puede tranquilizar a los pacientes haciéndoles ver que se hace todo lo posible para garantizar su seguridad, y puede reducir la cantidad de tiempo que se necesita para tranquilizarlos.
    Sin duda, un delantal de plomo debe ser colocado para cualquier paciente que lo solicita.
    En pacientes embarazadas se sabe que el riesgo radiológico para el feto en exploraciones de radiodiagnóstico dental es muy bajo o despreciable; aun así, siempre es necesaria una optimización en cuanto a la reducción de dosis al paciente. En el caso de pacientes embarazadas este hecho es más crítico si cabe, y es una buena práctica colocar un delantal plomado en el abdomen de la paciente, de manera que la exposición en el feto sea la más baja posible. Además, de esta manera, se dará confianza a la paciente y se pueden evitar estados de ansiedad en las futuras madres.
    También puede ser aconsejable considerar el uso del delantal en caso de que los equipos y/o técnicas no hayan sido verificados por un especialista en protección radiológica.
    En el caso de radiografías intraorales puede ser recomendable, el uso de protector de tiroides, para la población por debajo de 30 años, aunque es probable que la colimación sea suficiente. Tanto en radiografías panorámicas como cefalométricas (teleradiografía) es apropiado su uso cuando la glándula tiroides esté en línea o muy cerca del haz primario, y no sea posible evitarlo. Utilizando este tipo de protectores se puede disminuir la dosis en la tiroides en un 50-80%, si bien su colocación, para que no interfiera en la imagen, es difícil en el caso de niños.

    Todos los equipos de RX, incluidos los panorámicos dentales, están sometidos a controles de calidad anuales por parte de especialistas en Radiofísica Hospitalaria y/o expertos en Protección Radiológica. Una de las pruebas que se realiza es la verificación de que el campo de radiación se ajusta adecuadamente al sistema de registro y/o al campo luminoso definido por el técnico que maneja el equipo. El objetivo de esta prueba es verificar que no se irradien directamente órganos del paciente de los que el radiólogo/odontólogo no necesita información. Ya que el objetivo de la radiología dental es obtener imágenes de la zona mandibular, los equipos dentales se ajustan para no irradiar directamente los órganos cercanos como la glándula tiroides.
    Aunque la exposición a las radiaciones derivadas de la radiología dental es baja, un niño puede someterse a muchos procedimientos repetidos durante la infancia y la adolescencia. Por lo tanto, el efecto acumulado de la exposición a la radiación debe tomarse en consideración. Las salivales y la glándula tiroides se encuentran entre los órganos en situación de riesgo en radiología dental. Las salivares están a menudo dentro del haz primario, mientras que la dosis que recibe la tiroides se debe principalmente a la radiación dispersa [LOOE, H.K., et al., Radiation exposure to children in intraoral dental radiology, Rad. Prot. Dosim. 121 (2006) 461-465].
    Esta radiación dispersa que llega a la tiroides no se puede evitar utilizando un protector tiroideo ya que proviene de la zona mandibular y va en todas las direcciones. Hay que decir en este punto que la radiación dispersa es entre 100 y 1000 veces menos intensa que la radiación directa y que la dosis en la superficie de entrada para el caso de las radiografías panorámicas es baja, por debajo de 0,7 mGy.
    Por lo tanto, si el equipo está bien controlado y la tiroides no está dentro del haz directo de radiación no sería necesario y no aportaría ninguna protección adicional el uso del protector tiroideo. Además, hay que tener en cuenta que su colocación debe ser minuciosa para que no interfiera en la imagen.
    En un estudio panorámico, la dosis efectiva estaría entre 4 y 30 micro Gy y el riesgo de cáncer fatal entre 0,2 y 2 por cada millón (EUR - Radiation Protection 136 :European guidelines on radiation protection in dental radiology. The safe use of radiographs in dental practice. 2004).
    Estos valores los puedes valorar leyendo el post de desayuno con fotones sobre el miedo a las radiaciones ionizantes
    (http://desayunoconfotones.org/2014/09/08/el-miedo-a-las-radiaciones-ionizantes-las-cosas-no-son-como-son-sino-como-la-gente-cree-que-son/ ).

    Desde el punto de vista del acompañante:

    Finalmente, la persona que sujeta o ayuda a un paciente durante el procedimiento radiográfico debe llevar delantal de plomo y protector tiroideo plomado. Para ayudar debería colocarse de tal forma que todas las partes de su cuerpo estén fuera del haz directo.
    Un cordial saludo.

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