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He estado en un dentista para que me dieran su opinión para un tema dental y en la primera consulta me hicieron una ortopantomografía dental en la que no me pusieron ni delantal ni collarín de plomo. Me mandaron quitar los pendientes, pero no la cadena que llevaba, así que la radiografía fue con ella puesta.Como no me convenció lo que me dijeron, fui a otro dentista donde también me hicieron otra ortopantomografía y una radiografia lateral de cara, esta vez sí utilizaron delantal de plomo, pero no collarín.El caso es que solo ha pasado un mes desde entonces y estoy notando como calambres, sensación de frió y dolor en la zona de pecho y cuello.Estoy asustada, al buscar información en internet, me encuentro que es muy peligroso este tipo de radiografías, ya que tienen efectos nocivos, y hay que hacer como mucho una cada 2 o tres años.¿Podrían por favor decirme si estos calambres y dolores tienen que ver con estas radiografías hechas sin delantal, y con cadena metálica puesta, más las otr

Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (https://rpop.iaea.org/RPOP/RPoP/Content-es/index.htm), si los procedimientos están bien diseñados y optimizados no hay necesidad del uso rutinario de delantales de plomo para el paciente en radiología dental. Los delantales de plomo pueden proporcionar una cierta protección en el caso de ciertos exámenes (por ejemplo en el caso del vértice oclusal) y su uso puede ser recomendable con una paciente embarazada, evitando estados de ansiedad. El uso de un delantal de plomo puede tranquilizar a los pacientes haciéndoles ver que se hace todo lo posible para garantizar su seguridad, y puede reducir la cantidad de tiempo que se necesita para tranquilizarlos. Sin duda, un delantal de plomo debe ser colocado para cualquier paciente que lo solicita. También puede ser aconsejable considerar el uso del delantal en caso de que los equipos y/o técnicas no hayan sido verificados por un especialista en protección radiológica. En el caso de radiografías intraorales puede ser recomendable, el uso de protector de tiroides, para la población por debajo de 30 años, aunque es probable que la colimación sea suficiente. Tanto en radiografías panorámicas como cefalométricas (teleradiografía) es apropiado su uso cuando la glándula tiroides esté en línea o muy cerca del haz primario, y no sea posible evitarlo. Utilizando este tipo de protectores se puede disminuir la dosis en la tiroides en un 50-80%, si bien su colocación, para que no interfiera en la imagen, es difícil en el caso de niños. Todos los equipos de RX, incluidos los panorámicos dentales, deben estar sometidos a controles de calidad anuales por parte de especialistas en Radiofísica Hospitalaria y/o expertos en Protección Radiológica. Una de las pruebas que se realiza es la verificación de que el campo de radiación se ajusta adecuadamente al sistema de registro y/o al campo luminoso definido por el técnico que maneja el equipo. El objetivo de esta prueba es verificar que no se irradien directamente órganos del paciente de los que el radiólogo/odontólogo no necesita información. Dado que el objetivo de la radiología dental es obtener imágenes de la zona mandibular, los equipos dentales se ajustan para no irradiar directamente los órganos cercanos como la glándula tiroides. Las dosis en radiología dental son muy bajas y además no se irradian directamente órganos especialmente radiosensibles. Las salivales y la glándula tiroides se encuentran entre los órganos en situación de riesgo. Las salivares están a menudo dentro del haz primario, mientras que la dosis que recibe la tiroides se debe principalmente a la radiación dispersa. Esta radiación dispersa que llega a la tiroides no se puede evitar utilizando un protector tiroideo ya que proviene de la zona mandibular y va en todas las direcciones. Hay que decir en este punto que la radiación dispersa es entre 100 y 1000 veces menos intensa que la radiación directa y que la dosis en la superficie de entrada para el caso de las radiografías panorámicas es baja, por debajo de 0,7 mGy. Por lo tanto, si el equipo está bien controlado y la tiroides no está dentro del haz directo de radiación el uso del protector tiroideo no sería necesario y no aportaría ninguna protección adicional. Además hay que tener en cuenta que su colocación debe ser minuciosa para que no interfiera en la imagen. En un estudio panorámico, la dosis efectiva estaría entre 4 y 30 micro Sv y el riesgo de cáncer fatal entre 0,2 y 2 por cada millón. Un estudio dental intraoral equivaldría a una dosis efectiva de 5 micro Sv, comparable con la radiación natural de fondo durante un día. La tiroides recibiría una dosis absorbida entorno a 10 micro Gy y las salivares entorno a 100 micro Gy. Estas dosis son realmente bajas y el riesgo asociado a ellas es insignificante (http://www.radiologyinfo.org/sp/info.cfm?pg=safety-xray">http://www.radiologyinfo.org/sp/info.cfm?pg=safety-xray). Estos valores los puede valorar leyendo los post del blog "desayuno con fotones" sobre el miedo a las radiaciones y otros para su interés… http://desayunoconfotones.org/2014/09/08/el-miedo-a-las-radiaciones-ionizantes-las-cosas-no-son-como-son-sino-como-la-gente-cree-que-son/ http://desayunoconfotones.org/2014/10/27/para-tia-maria-asunto-radiaciones-ionizantes/ http://desayunoconfotones.org/2014/10/30/para-tia-maria-asunto-efectos-biologicos-de-las-radiaciones-ionizantes/ Por supuesto, los calambres y los dolores que usted tiene no pueden ser causados por estos procedimientos radiológicos. La cadena metálica tampoco va a influir en su salud tras la obtención de las imágenes, seguramente el técnico u odontólogo que le hizo las radiografías tubo cuidado para la cadena no saliera en la imagen. Y aunque la cadena saliera en la imagen, el único efecto que produciría sería una reducción de la calidad de la imagen al poder tapar alguna zona anatómica de interés.

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