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Estoy interesado en adquirir una vivienda en Valdebebas pero me preocupa la cercanía al aeropuerto de Barajas. El piso que nos gusta está a una distancia de 2,2 km de la torre de control oeste, a una distancia de casi 4 km de la torre de control norte y a casi 5 km de la torre de control sur. Los radares de Paracuellos I y Paracuellos II estána casi a 8 km. Además, existen otra multitud de dispositivos y ayudas a la navegación. Existe también una estación meteorológica en el propio aeropuerto. Me gustaría saber varias cosas: 1. ¿Qué peligros tienen para la salud estas radiaciones? 2. ¿Existe alguna distancia mínima de seguridad para construir, separados de estos aparatos? 3. ¿Qué tipo de radiaciones se reciben? 4. ¿Llegan las radiaciones a la distancia antes mencionada (2,2 km en el caso más desfavorable)? 5. ¿Qué peligro entrañan los radares? ¿Y la estación meteorológica?

En respuesta a su consulta sobre la potencial nocividad de la exposición residencial a radioseñales emitidas por radares, debemos comunicarle lo siguiente:

Como probablemente usted ya sabe, en los aeropuertos existen instalaciones de radares de distintos tipos, que emiten señales pulsadas, con patrones específicos y de alta frecuencia, en el rango de los GHz. Esas señales son poco penetrantes, es decir, que los objetos o cuerpos expuestos (también se dice “iluminados”) absorben una pequeña cantidad de esas señales, reflejando una parte significativa de ellas.

Las emisiones de esos radares pueden tener potencias de salida relativamente elevadas. De hecho, en el pasado se han registrado casos de quemaduras y esterilización en personas (generalmente personal militar) sometidas accidentalmente a exposiciones agudas en las inmediaciones de la fuente emisora. Sin embargo, la potencia de la señal decae rápidamente, siguiendo una función próxima al cuadrado de la distancia a la fuente. Así, los efectos térmicos nocivos que se dan a cortas distancias del emisor, no tienen lugar a distancias medias, de decenas de metros.

A pesar de lo anterior, existen todavía dudas sobre la posibilidad de que se den efectos subtérmicos (sin calentamiento apreciable de los tejidos) por exposiciones ocupacionales crónicas a las distancias citadas, de decenas de metros. Tales dudas se basan en algunos datos epidemiológicos sobre la incidencia de determinados tipos de cáncer en operarios de radares militares, o sobre una baja fertilidad en tripulantes de buques de guerra o de lanchas rápidas portadoras de radares. Sin embargo, debido a la baja asociación, a la baja potencia estadística y a la dispersión de los datos, la Organización Mundial de la Salud define esa evidencia epidemiológica como “no convincente” o no probatoria de nocividad en el caso de exposiciones subtérmicas.

En cualquier caso, a las distancias que usted menciona, de entre 2 y 8 km, la potencia de las señales es muy baja. Además, dado que los haces de los radares son direccionales, y que no cabe suponer que estén enfocados hacia las edificaciones próximas, los niveles de radiación en la zona serán mínimos. No existe evidencia indicativa de nocividad para exposiciones residenciales a radioseñales tan débiles.

En definitiva, sobre la base de los conocimientos científicos y técnicos actuales en protección radiológica ante radiaciones no ionizantes, no existen razones para sospechar que la exposición a señales de radar suponga un riesgo para la salud de las personas que habiten en la vivienda que describe usted en su consulta.

Esperamos que esta información le sea de utilidad.

Atentamente,
Grupo de Trabajo de Protección Radiológica ante Radiaciones no Ionizantes
SEPR

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