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Soy pediatra reumatóloga. A menudo en la consulta realizamos gammagrafía ósea para diagnóstico diferencial de múltiples patologías (traumáticas, infecciosas, crónicas, etc.). Me gustaría saber: 1) ¿Cómo se mide la radiación que estos pacientes reciben?, ya que no encuentro nada claro para el paciente pediátrico y los padres lo preguntan a menudo. En ocasiones he leído que es similar a un TAC craneal, pero desde mi servicio de medicina nuclear dicen que se emplea poco contraste y que es muy poca radiación. ¿Cómo se mide? ¿A qué sería equivalente? Dependiendo del peso usan una cantidad de contraste, pero supongo que la radiación recibida será por superficie corporal, de tal manera que será proporcional la dosis al tamaño del niño y que, por lo tanto, aunque se use poco contraste, si el niño es pequeño sería proporcional, ¿no? La verdad es que no lo se. 2) Nosotros vemos a los niños la misma mañana que se realizan la gammagrafía, pero supongo que verlos ese mismo día hace que estemos expu

La gammagrafía ósea que Usted solicita está bien indicada y aporta una información diagnóstica funcional muchas veces imprescindible.
 
Al paciente no se le administra un contraste (como es el caso de algunas pruebas con Rayos X con el objetivo, al ser opaco a la radiación, de visualizar imágenes) sino un isótopo radiactivo, el Tecnecio 99 metaestable (Tc-99m). Este radionucleido es muy efectivo por tener una baja energía (140 keV) de radiación Gamma y un Periodo físico también muy bajo de 6 horas (es el tiempo en que la radiactividad se reduce a la mitad). Para que se incorpore en el hueso se le agrega un trazador como puede ser el MDP (Metilén-Difosfonato) o el HEDP (Hidroxi-Etilén-Difosfonato). 
 
Efectivamente, como Usted comenta, la actividad radiactiva que se le administra es proporcional al peso del niño (independientemente del volumen). La dosis más alta (20 mCi) corresponde a un paciente adulto a partir de 70 kg. Por ello, en los Servicios de Medicina Nuclear se tiene un absoluto cuidado en administrar la dosis adecuada a los niños, la mínima necesaria para obtener un correcto diagnóstico. La dosis efectiva media recibida por el paciente es inferior a 1 mSv, equivalente la radiación natural que recibimos en un periodo de 6 meses y muy inferior a la recibida a un TC de cabeza. 
 
En relación a la Protección Radiológica de las personas que pueden estar en contacto con estos pacientes, no se dan instrucciones especiales ya que el nivel de radiación es prácticamente despreciable, tanto por la baja actividad suministrada, como por el bajo Periodo Físico del Tc-99m así como por la rápida eliminación del radionucleido por la orina una vez realizada la prueba.
 
Si Usted desea más precisión, el Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica de su hospital le puede informar detalladamente, no solo sobre la tasa de la radiación emitida por sus pacientes (se mide fácilmente mediante cámaras portátiles de ionización) sino además podrá evaluar la radiación que Usted puede recibir a lo largo de un año. Aunque ya le podemos adelantar que la dosis que Usted pudiera recibir es prácticamente despreciable y muy inferior al límite anual establecido en nuestra legislación (1 mSv para el público en general).
 
Si lo desea, puede consultar también el folleto divulgativo “Justificación de pruebas diagnósticas con radiaciones ionizantes en Pediatría” publicado por el Consejo de Seguridad Nuclear y el Ministerio de Sanidad para informar a los médicos prescriptores ( http://www.csn.es/images/stories/publicaciones/otras_publicaciones/folletos_divulgativos/folleto_pediatrico_ok.pdf). En el mismo se expone una tabla con las dosis efectivas características en radiodiagnóstico y medicina nuclear. Pero ha de tenerse en cuenta que las dosis referenciadas son para paciente adulto, siendo menores en caso de pacientes pediátricos. 

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