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Colaboraciones elaborado y aprobado por un grupo de trabajo, el Comité de ICRP correspondiente (entre 12 y 18 expertos) evalúa el borrador y sugiere mejoras. En el tercer nivel, la Comisión Principal de la ICRP (14 miembros) aprueba el borrador antes de que se publique en el sitio web de la Comisión para consulta pública durante un período de 2 a 3 meses (cuarto nivel). Todos los comentarios recibidos (muchos de ellos de sociedades científicas y profesionales y organismos regula- dores) son evaluados y considerados para ayudar a mejorar el borrador. Se requiere una nueva aprobación del grupo de trabajo y del Comité correspondiente (quinto nivel) antes de la aprobación final por parte de la Comisión Principal (sexto y último nivel). Todas estas etapas garantizan la calidad de los informes de la ICRP y sus recomendaciones. Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que todos los comentarios para mejorar los borradores de los documen- tos de la ICRP son públicos y están disponibles en el sitio web de la Comisión. No se concibe la medicina moderna sin grandes departa- mentos de imagen con equipos de rayos X cada vez más sofisticados. Las técnicas de radiología intervencionista pueden evitar complicadas intervenciones quirúrgicas y los sofisticados servicios de radioterapia siguen formando parte de los grandes hospitales en todos los países del mundo. Se necesitan muchos conocimientos técnicos (y de PR) para diseñar, instalar y mantener funcionando con niveles de calidad y de seguridad radiológica adecuados, todos esos servicios que utilizan RI en los hospitales. Se precisan expertos en la industria y en los organismos reguladores, que conozcan en profundidad no solo los riesgos de las RI, sino también los beneficios que supone su utilización en medicina. La optimización de la PR puede ser mucho más complicada en medicina que en otras aplicaciones industriales o medioambientales al tener que valorar en bastantes ocasiones, los beneficios y riesgos a nivel individual de cada uno de los pacientes. La medicina es cada vez más personalizada, los beneficios de las imágenes o terapias con RI, pueden ser muy diferen- tes para cada paciente y cada patología, y el balance coste (riesgo)-beneficio no es fácil de establecer. Con respecto a los profesionales que utilizan las RI en el ámbito médico, se debe promover un conocimiento ade- cuado de los aspectos de PR de las nuevas tecnologías. Ello permite valorar si la elección de los procedimientos diag- nósticos o terapéuticos es la más adecuada y si se utilizan de la forma correcta para reducir en lo posible los riesgos, sin disminuir los beneficios que una buena imagen o una buena radioterapia, pueden suponer. Las directivas europeas han introducido la figura de los exper- tos en Física Médica (en España mantenemos todavía el nom- bre de “radiofísicos hospitalarios”). Históricamente se marcó una prioridad para la gestión adecuada de las RI pero habrá que ir ampliando el ámbito de actuación a todas las áreas de la física médica, con más profesionales y más especializados. ¿Y los pacientes? Todos hemos sido, somos o seremos pacientes a lo largo de nuestra vida. No conviene generar miedos infundados frente al uso de las RI, pero hay que educar suficientemente a los profesionales sanitarios y a la población en general, para que no se hagan (y no pidan los propios pacientes) más pruebas de imagen de las nece- sarias. Este resumen aborda algunas de las principales diferencias entre la PR general y la PR en medicina. El contenido se agrupa en los siguientes apartados: 1. Justificación en medicina. Tres niveles. El tercer nivel para pacientes individuales. 2. Optimización. Prioridad para el resultado clínico. Niveles de referencia de diagnóstico (DRL) y niveles de interven- ción (tigger levels). 3. Protección del paciente y de los profesionales. Protec- ción coordinada e integrada especialmente para los procedimientos intervencionistas. 4. Cuestiones éticas para el uso de las RI en medicina, incluida la protección radiológica personalizada. 5. Educación y formación en PR para profesionales e infor- mación sobre los riesgos de las RI para los pacientes. TRES NIVELES DE JUSTIFICACIÓN: EL TERCER NIVEL PARA PACIENTES INDIVIDUALES Las exposiciones médicas se refieren a un abanico de expo- siciones más amplio que las exposiciones médicas de los pacientes. La ICRP define a los pacientes como individuos que reciben una exposición asociada con un procedimiento de diagnóstico, intervencionista o terapéutico. Las exposi- ciones médicas incluyen a los pacientes, pero también a sus cuidadores y a los voluntarios en la investigación biomédica. ¿Por qué tenemos límites de dosis para los miembros del público y para los trabajadores, pero no para los pacientes? La ICRP establece que “siempre que las exposiciones médicas de los pacientes se hayan justificado adecuada- mente y que las dosis asociadas sean adecuadas con el propósito médico, no es apropiado aplicar límites de dosis o restricciones de dosis a la exposición médica de los pacientes, porque tales limitaciones podrían suponer más riesgos que beneficios”\[2, 3\]. Los límites de dosis y las restricciones de dosis no se recomiendan para pacientes individuales. Sin embargo, las restricciones de dosis (utilizadas como límite superior de la dosis para optimizar la protección) si se aplican a los cuida- dores y voluntarios en la investigación biomédica. El énfasis en la optimización de la protección para los procedimien- tos de diagnóstico está en el uso de niveles de referencia para diagnóstico (DRL). 24 Eliseo Vañó Carruana - RADIOPROTECCIÓN • No 102 • Diciembre 2021 


































































































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