El Comité de Normas técnicas de seguridad y Protección Radiológica (RASSC) del OIEA abordó en su última reunión (54ª reunión, junio 2023), el tema de los segundos canceres primarios en radioterapia.
El tratamiento del cáncer con radioterapia lleva implícito un aumento de la supervivencia y/o curación de los pacientes, por lo que la posibilidad de aparición de un cáncer a consecuencia del tratamiento no es despreciable, especialmente en pediatría, teniendo en cuenta el periodo de latencia de los tumores y la mayor esperanza de vida en este grupo de población.
Se entiende por segundo cáncer primario aquel que no está relacionado con el primario, objeto de la radioterapia, es decir, no se trata de una metástasis o recurrencia local del tumor.
La aparición de un segundo cáncer se podría considerar un efecto estocástico de las radiaciones, por lo que los principios de justificación (niveles 2 y 3) y de optimización deberían aplicarse.
El problema se ha incrementado en los últimos años, con la incorporación de importantes avances tecnológicos, como los equipos de radioterapia con modulación de intensidad (IMRT) y sus sistemas de imagen asociados. El fin clínico, conseguir una mayor precisión en el volumen tumoral a irradiar, lleva aparejado una mayor cantidad de “dosis no deseada “a otros tejidos y órganos.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que la etiología de este tipo de cánceres es multifactorial, existiendo otros factores contribuyentes, como la quimioterapia, muchas veces asociada al tratamiento, los factores ambientales
o la susceptibilidad genética a las radiaciones.
En este primer abordaje del tema, se ha tratado de analizar cómo enfocarlo e identificar posibles acciones a llevar a cabo por el regulador; entre ellas, fomentar la investigación, potenciar la formación de los técnicos y el registro de las dosis y posiblemente en un futuro, establecer valores de referencia en radioterapia como herramienta de optimización.
