La Comisión Internacional de Protección Radiológica acaba de lanzar la publicación 150 sobre: Riesgo de cáncer por exposición al plutonio y al uranio.
El objetivo de esta publicación es proporcionar una revisión detallada de los resultados de los estudios epidemiológicos recientes sobre el riesgo de cáncer por exposición al plutonio y al uranio, y cómo estos resultados se relacionan con los supuestos utilizados actualmente para la protección contra la radiación alfa. En el caso del plutonio, los dos estudios principales se refieren a las cohortes de trabajadores empleados en las instalaciones nucleares de Mayak, en Rusia, y de Sellafield, en el Reino Unido. El análisis de la cohorte de trabajadores de Mayak proporciona una estimación de la pendiente de la curva dosis-respuesta para el riesgo de cáncer de pulmón, mientras que a niveles más bajos de exposición al plutonio, la cohorte de trabajadores de Sellafield proporciona resultados que, dentro de intervalos de confianza relativamente grandes, son consistentes con los de la cohorte de trabajadores de Mayak. Los resultados de la cohorte de trabajadores de Mayak también muestran una asociación entre la exposición al plutonio y el riesgo de cánceres de hígado y huesos, pero no el riesgo de leucemia. Se ha calculado el exceso de riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón a lo largo de la vida para escenarios de inhalación aguda y crónica de nitrato de plutonio y óxido de plutonio, de forma similar al trabajo realizado anteriormente para el radón y sus productos de desintegración en la Publicación 115 de la Comisión Internacional de Protección Radiológica. El exceso de riesgo estimado de mortalidad por cáncer de pulmón a lo largo de la vida por unidad de dosis absorbida se aproxima al derivado de los estudios de los mineros para la exposición al radón y sus productos de desintegración, y es compatible con la suposición de un factor de ponderación de la radiación de 20 para las partículas alfa. Se han realizado estudios epidemiológicos sobre el riesgo de cáncer asociado a la exposición al uranio en cohortes de trabajadores europeos y norteamericanos relacionados con el ciclo del combustible nuclear. Los resultados actuales no permiten la derivación fiable de modelos de dosis-riesgo para el uranio para ningún tipo de cáncer. Se recomienda continuar con los esfuerzos para mejorar la evaluación de las dosis asociadas a la exposición al plutonio y al uranio para futuras investigaciones.