ANSES ha hecho pública su nueva evaluación sobre los efectos en la salud asociados con la exposición a campos electromagnéticos (CEM) de baja frecuencia, entendiendo como tales los de frecuencias comprendidas en el rango 0 Hz <f ≤ 2 kHz. Esta nueva evaluación ha revisado la evidencia sobre la exposición a CEM de baja frecuencia y sus potenciales efectos biológicos y para la salud, generada en el periodo 2010 -2015. Para una mejor caracterización de los niveles de exposición de la población, particularmente en el hogar, ANSES financió una serie de campañas de medición. A partir del análisis de esa información, la Agencia reitera sus conclusiones de 2010 sobre la posible asociación entre la exposición a CEM de baja frecuencia y el riesgo de leucemia infantil a largo plazo, y reitera su recomendación de limitar el número de personas expuestas, sobre todo en el caso de escuelas cercanas a líneas de alta tensión. Al mismo tiempo, la Agencia está en proceso de incrementar su nivel de implicación en la educación de las mujeres embarazadas que puedan estar expuestas a CEM en su lugar de trabajo. Así, los objetivos de esta evalución incluyen, entre otros:
- Mejorar el conocimiento sobre los niveles de exposición.
Los numerosos estudios realizados desde 2010 han dado una imagen más precisa de los niveles de exposición de la población a CEM de baja frecuencia. Se confirma que los valores más altos se miden principalmente bajo líneas aéreas de alta tensión o junto a transformadores y subestaciones eléctricas. Dentro del hogar, los electrodomésticos pueden producir niveles elevados, aunque muy localizados, de campo magnético.
- Limitar la exposición de poblaciones vulnerables cerca de líneas de alta tensión.
En 2010, ANSES subrayó una convergencia en estudios epidemiológicos que muestran una asociación entre la leucemia infantil y la exposición a campos de baja frecuencia con densidades de flujo magnético de 0,2 - 0,4 μT. Los nuevos datos analizados confirman la citada asociación, aunque su incidencia se ha visto reducida en los estudios publicados después de 2010. A este respecto, la evaluación contó con un estudio colaborativo entre el INSERM y el Hospital de la Universidad de Caen que muestra que alrededor de 40.000 niños menores de 15 años (0,35% de la población) están expuestos en sus hogares a un campo magnético de más de 0,4 μT, procedentes de líneas eléctricas cercanas, y que alrededor de 8.000 niños (0,18%) están expuestos a un campo magnético de 0,4 μT en sus escuelas. En vista de estos resultados, la Agencia mantiene en su recomendación de limitar el número de personas vulnerables expuesto a esos niveles de campo relativamente elevados. Con ese fin, la ANSES propone que no se construyan o instalen hospitales, escuelas, jardines de infancia, etc., en las cercanías de líneas de alta tensión, cables subterráneos, estaciones transformadoras, etc.
- Mejora de la gestión en la exposición ocupacional
Los niveles de exposición de los trabajadores a los campos de baja frecuencia varían considerablemente, dependiendo de la ocupación. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación y Seguridad de Francia (INRS) y los Fondos de Seguro de Pensiones y Salud Ocupacional (CARSAT) mostró que en algunas ocupaciones y en determinadas circunstancias de uso de equipos específicos, los trabajadores podrían verse expuestos a campos que rebasen los límites establecidos (1.000 μT a 50 Hz). Y en trabajadores expuestos a niveles de campo cercanos a esos límites, se han observado indicios de daños potenciales debidos a efectos sobre la fisiología celular, estrés oxidativo o estrés genotóxico. No obstante, los resultados de estos estudios epidemiológicos son demasiado heterogéneos para establecer un vínculo entre la exposición ocupacional y el desarrollo de enfermedades crónicas, particularmente enfermedades neurodegenerativas y tumores del sistema nervioso, y se considera necesario ampliar la investigación sobre el posible riesgo de enfermedades asociadas con la exposición a CEM de baja frecuencia. Por eso, ANSES reitera la importancia de evitar la sobreexposición a tales campos, mediante la adaptación/adecuación los puestos de trabajo. Además, tal como confirma la dosimetría numérica, en el caso de exposición ocupacional materna, la densidad de corriente inducida en el feto por los CEM puede rebasar los valores límite de exposición recomendados para la población general (100 μT a 50 Hz). Por ello, la Agencia recomienda:
- Difundir su informe entre empleadores, profesionales de la salud y seguridad en el trabajo, médicos de salud en el trabajo y servicios de salud en el trabajo.
- A su vez, los empleadores y los médicos de salud ocupacional deberán informar a las trabajadoras sobre las disposiciones reglamentarias que prevean la adecuación de su puesto de trabajo cuando están embarazadas, para limitar la exposición del feto.
