Page 77 - Demo
P. 77

Noticias
 ción radiológica, pero esta historia no hubiese sido posible sin vosotros, sin esta pequeña Sociedad que logra tejer la- zos de amistad y de cariño entre profesionales de diferen- tes sectores. No hay páginas suficientes para nombraros a todos, para agradeceros por tanto como habéis dado a esta humilde trabajadora de la PR, que siempre ha pensan- do y seguirá pensando en engrandecer a esta Sociedad y los vínculos que nos unen.
Disfrutar de los retos que os esperan, el futuro puede ser incierto pero siempre es apasionante.
Y como siempre ...¡Viva la SEPR!
maría tErEsa ortiz ramis
Cuando en febrero de 1980, recibí una carta de Emilio Iran- zo para asistir a una asamblea constitutiva de una Sociedad, que agrupara a técnicos especialistas en protección radio- lógica (PR), nunca imaginé que me dedicaría a ello durante más de 40 años. La asamblea se celebró en la Junta de Energía Nuclear (JEN), en el mes de marzo del mismo año y en ella se constituyó la SEPR. Han pasado los años y ha llegado el momento de la jubilación y de trabajar menos. En primer lugar quiero agradecer a la Junta Directiva de la Sociedad que me haya considerado digna de ser socio de honor. Aunque había oído rumores, la clave me la dio la llamada de Margarita Herranz, para decirme que la SEPR me invitaba a asistir al congreso. En cualquier caso, fue una gran sorpresa ver a tanta gente que había acudido a la asamblea, en la que en este congreso se iban a hacer los nombramientos, fue muy emotivo.
Como cualquier reconocimiento lleva asociado una tarea, rápidamente Cristina Correa, como directora de la revista, me dijo que tenía que preparar una reseña sobre mí. ¡Me- nudo embolado!. Al final he decidido contar, de forma un poco novelada, lo que he vivido y ha ocurrido estos años, o sea que ahí va.
Aunque nací en Barcelona, como toda la familia, estudié en Madrid, el motivo fue la venida de mi padre para poder hacer el doctorado, en aquellos años el doctorado solo se podía hacer en Madrid, como lo ficharon para trabajar en la JEN, aquí nos quedamos. Mi interés por la PR empezó porque de joven estuve enferma y como ya era mayorcita para que me compraran recortables y tebeos para que me entretuviera, mi padre me dio un libro del Dr. Blanco Soler, que se llamaba Los radioisótopos en la clínica que se había publicado en 1953. Como os podéis imaginar pocos isóto- pos de los que ahora se utilizan aparecían, tan solo estaban compuestos del iodo, fósforo, cobalto y radio. Yo entonces ya tenía claro que iba a licenciarme en Físicas y así lo hice en la Complutense de Madrid, pero no pensaba para nada que me dedicaría a la PR, casi en cuerpo y alma. Pero el “gusa- nillo” estaba dentro de mí y me apunte a una asignatura de doctorado titulada Física en radioterapia y que dirigía Pilar Olivares, en el Hospital Provincial. En ese curso conocí también al Dr. Rafael Herranz, con el que he coincidido en
varias actividades de la SEPR.
En 1977 asistí al Cur- so de capacitación para jefes de Ser- vicio de Protección contra las Radiacio- nes, celebrado en la JEN, en el que coin- cidí con profesiona- les que ya ejercían y con mucha expe- riencia, entre ellos Pilar López Franco,
Mercedes Bezares, Ma Jesús Manzanas, Leopoldo Arranz y otros más.
Después del curso me dieron una beca en la JEN e hice la tesina con el profesor Campos, fue el diseño y fabricación de un radiámetro con un detector de plástico de centelleo, equivalente a tejido. Funcionó muy bien pero era muy gran- de. Después pase al Dpto. de Seguridad, dirigido por Agus- tín Alonso, primero en el Área de PR, con Francisco Díaz de la Cruz y después en la de Inspección con Luis Álvarez de Buergo, entonces ya tenía un contrato y se creó el CSN. En esa etapa me dediqué a la inspección de PR en las primeras centrales, así conocí a todos los jefes de PR de esa época. Entonces Rafael Sanz Gancedo me dijo que una empresa buscaba a alguien para ir a trabajar a la central nuclear de Cofrentes con Vicente Rius, acepté el trabajo y me quedé cuatro años (pruebas prenucleares, nucleares, primer año de operación y recarga). Fue una experiencia extraordinaria y aprendí mucho. Entonces cuando pensaba que me iría con la empresa a la puesta en marcha de Vandellós II, me cazó Pedro Carboneras. Así empezó mi aventura en Enresa que ha durado más de 32 años.
Entré en el Dpto. de Seguridad y Licenciamiento y empecé con temas diversos, cálculos de impacto radiológico, se- lección de equipos, preparación de documentación de PR, PVRAS y demás. En 1990 se crea la UTPR y llego a ser la jefa, dedicándome ya más a los aspectos de caracteriza- ción y acondicionamiento de residuos, fuentes y materiales radiactivos de instalaciones radiactivas y no reguladas. En la UTPR han colaborado conmigo Cristina, Elena y Óscar, como diplomas y Concha que está a la espera de que le llegue y he contado con José Armando que lleva conmigo desde Cofrentes. También he contado con otros colabo- radores titulados de ingenierías y técnicos de UTPR. Otra tarea ha sido el apoyo a los SPR de las instalaciones de En- resa, colaborando con Alejandro, Luis, José Luis, Óscar y José. La colaboración con Ildefonso para el vaciado de las piscinas de Vandellós I fue muy gratificante.
Para terminar algo de mi paso por la SEPR, indicar que des- de su constitución he participado, siempre que he podido, en todos los Congresos, Jornadas y actos diversos, como
78
RADIOPROTECCIÓN • No 95 • Julio 2019
Maria Teresa Ortiz.


















































































   75   76   77   78   79