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nota técnica
El proyecto tritium
C. AZEVEDO2, A. BAEZA1, A. BUENO3, T. CáMARA3, E. CHAVEAU4, J.A. CORBACHO1, J. DíAZ3, J. DOMANGE4, M. MARTíNEZ-ROIG3, Y. MIRALLES1, F. PIQUEMAL4, C ROLDáN3, J. VASCO1, J. VELOSO2 y N.YAHLALI3
1Laboratorio de Radiactividad Ambiental, Laruex, Universidad de Extremadura. Cáceres. España 2I3N, Departamento de Física, Campus Universitario de Santiago. Universidade de Aveiro. Portugal 3Instituto de Física Corpuscular, IFIC, Universitat de València. Valencia. España 4Universit´e de Bordeaux and CNRS, CENBG.Gradignan Cedex. Francia.
introDucción
Existen diversos programas europeos tendentes a mejo- rar la colaboración interregional entre los países miem- bros de la Unión Europea, como los programas Interreg. Dentro de este marco existe el denominado programa Sudoe (abreviatura de Programa de Cooperación Interreg V-B Europa Suroccidental), Figura 1. Este fue aprobado en 2015 y apoya el desarrollo regional en el sudoeste de Europa, financiando proyectos transnacionales a través de los Fondos Feder. Se entiende por sudoeste europeo a todas las comunidades autónomas españolas (excepto Canarias), las regiones del sudoeste de Francia (Auverg- ne, Occitanie y Nouvelle Aquitaine), las regiones conti- nentales de Portugal, Reino Unido (Gibraltar) y el Princi- pado de Andorra.
El programa Sudoe se estructura en cinco ejes priorita- rios: 1) investigación e innovación, 2) competitividad de las pymes, 3) economía baja en carbono, 4) lucha contra el cambio climático, 4) medioambiente y eficiencia de recursos. Para cada uno de dichos ejes, Sudoe establece entre otros aspectos ¿cuál es el objetivo perseguido?, ¿quiénes pueden ser los beneficiarios de cada uno de los ejes?, y ¿qué tipos de proyectos se admiten en los mismos? Así, a modo de ejemplo, en el eje prioritario de lucha contra el cambio climático, el objetivo perseguido por Sudoe es “la mejora de la coordinación y eficacia de los instrumentos de prevención, de gestión de catástro- fes y de rehabilitación de zonas siniestradas”, para lo cual solicitan la presentación de proyectos destinados entre otros aspectos a la “creación de sistemas de alerta tem- prana” y al “desarrollo de herramientas transnacionales de gestión de riesgo”.
funDamEntos DEl ProYEcto
Por otra parte, el Tratado Euratom en su artículo no 35 exige que “cada Estado miembro creará las instalaciones necesarias a fin de controlar de modo permanente el ín- dice de radiactividad de la atmósfera, de las aguas y del suelo, así como la observancia de las normas básicas”. Es
Figura 1. Logotipo Sudoe.
por ello que, para efectuar dichos controles en torno a las instalaciones del ciclo del combustible nuclear, como son las centrales nucleares, se han diseñado y puesto en operación entre otros mecanismos, los planes de vigilan- cia radiológicos ambientales o PVRA y las redes automá- ticas de vigilancia o de alerta radiológica o RVRA, cuyo objetivo no es otro que el determinar el posible incre- mento de los niveles de radiación y la presencia de radio- nucleidos en el medio ambiente producidos por el fun- cionamiento de dichas instalaciones, con el fin de evaluar el impacto radiológico que supone su funcionamiento. Tres aspectos particulares hay que destacar de la anterior exigencia y de los mecanismos implantados para satisfa- cerla. El primero es la diferente capacidad de detección y de respuesta que poseen los precitados PVRA y las RVRA. Así, los primeros pueden abarcar un amplísimo espectro de radionucleidos y de tipos de radiaciones, con unos límites de detección lo suficientemente bajos para poder informar si se producen o no mínimas altera- ciones radiológicas y/o dosimétricas en el ambiente. Sin embargo, tienen el inconveniente de que entre la toma de las muestras necesarias para evaluar el posible impac- to producido y la obtención de dichos resultados, puede pasar un tiempo no desdeñable de incluso meses. Por su parte, las actuales RVRA, poseen una respuesta califica- ble de prácticamente tiempo cuasi real, pero con unos límites de detección muy superiores a los obtenibles con los PVRA y para un espectro más reducido de emisiones radiactivas. El segundo aspecto es que un porcentaje significativo de las centrales nucleares en operación utilizan para su refrigeración aguas de ríos, las cuales
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RADIOPROTECCIÓN • No 95 • Julio 2019